Naces en silencio buscando el aire en lo perdido,
alma empedernida, llena de ojos, llena de vida.
En vez de una palmera extraña, anhelo de un propio laurel.
Ente calmado que divagas por tu miel,
el interior de tu mente, la intensidad de tu corazón,
frío de julio, charlas a vapor.
Serenas la brisa, causando silencio y admiración,
diviertes al aura, cuando titubea el débil sol.
Tus cascaras inflamables, incendian mucho más que la razón,
inicias mi aliento, con la fuerza de tu voz.
La solemnidad se acongoja sin entender al silencio.
La ciudad oscurece, rodeada por una gran bufanda.
La esperanza de un respiro, hoy necesito aire,
hoy necesito de vos, roza mis pulmones, existes en mi interior
29/9/08
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